¿Qué hago para no hacer sentir mal a mis padres adoptivos?
Apreciado Consejero Familiar Víctor Súchite. Soy un hijo adoptado y he recibido el amor de mis padres adoptivos, pero a veces siento la necesidad de tener a mis padres biológicos, a quienes nunca conocí. ¿Qué hago para no hacer sentir mal a mis padres adoptivos?
Primero, debes darle gracias a Dios porque tus padres adoptivos te han brindado una y otra vez su amor y aceptación, de modo que te se sientas cómodo en tu círculo familiar. Cuando Jesús se encontraba padeciendo en la cruz ocupando nuestro lugar, pronunció lo que conocemos como las siete palabras o sus últimas siete expresiones antes de morir. La tercera de ellas está relatada en Juan 19:26 que relata: «Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo». Jesús siempre se preocupó por los demás. Por lo tanto, en medio de su aflicción refleja una preocupación. Pide a su mejor amigo que cuide de su madre, pues él iba a faltar y pide a su madre que cuide de Juan como si fuera él mismo o su propio hijo. Es decir, que a partir de ese momento Juan adoptara a María como su madre y ésta a su vez, debía adoptar a Juan como su legítimo hijo. Obviamente Juan ya era un adulto joven, pero aun así necesitaba el calor del hogar. Probablemente Juan era huérfano y no tenía quien velara por él. De la misma manera, María era viuda y Jesús esperaba que Juan la cuidara como si fuese su propia madre. Los padres que adoptan un hijo son dignos de admirar. Primero, estos padres demuestran el amor y el interés por el hijo adoptado, porque hicieron un esfuerzo económico y superaron todos los trámites legales hasta asegurarse que ese hijo o hija es suyo legalmente aunque no lo sea biológicamente. Segundo, porque saben que padres son aquellos que crían responsablemente a sus hijos, no necesariamente quienes engendran. Por lo tanto, siéntete dichoso de tener padres que te aman y aceptan. A pesar de que sufriste por X o Y razón la pérdida de tus padres biológicos y eso te hace preguntarte a veces qué sería de tu vida si ellos tu hubiesen criado, Dios te bendijo con estos padres quienes en su voluntad te criaron de la mejor manera que ellos han podido. Respétalos y ámalos, pues tú siempre fuiste muy deseado y amado por ellos.