¿Puedo usar expresiones cariñosas o debo llamar a mi pareja por su nombre?
Saludos Lic. Víctor Súchite. Mi pregunta es la siguiente: Algunas personas se dirigen a sus parejas con frases como: Mi cielo, mi vida, mi gordo, etc. ¿Cree usted que se deben usar este tipo de expresiones o es mejor llamar a nuestra pareja por su nombre?
Gracias por su interesante pregunta. Ciertamente muchos esposos le dicen a sus esposas expresiones como: Mi amor, mi tesoro, mi cielo, mi reina, mi princesa, dulzura, cariño, ángel mío, etc. Muchas esposas llaman a sus esposos con frases como: Mi rey, mi príncipe, bomboncito, corazón, mi vida, etc. Los novios también lo acostumbran. Algunas expresiones cariñosas parecen sin embargo despectivas, como: Chaparra, gordo, flaca, etc.; pero si se dicen con cariño, tienen el mismo propósito. Es decir, agradar al cónyuge. Ahora bien, esto no es nada nuevo. En la Biblia, encontramos que en Cantar de los cantares, una pareja de esposos demuestran su amor el uno al otro con expresiones de ternura. El por ejemplo le dice a ella una y otra vez: Amada mía, paloma mía, amiga mía. Ella también usa términos similares: Mi amado, hermano mío. En una palabra, frases cariñosas del uno hacia el otro que motivan y atraen. Así debiera ser el trato entre esposos. Por supuesto, hay momentos de disgustos, de pruebas, de tensión que no siempre lo permiten. Sin embargo, habitualmente ambos cónyuges debieran ser tiernos, cariñosos, afectuosos, cordiales, cálidos, amables, simpáticos o agradables, independientemente si se llaman por su nombre de pila o si usan un tipo de expresión cariñosa. Por el contrario, deben evitar ser bruscos, desagradables, ofensivos, fríos, secos, distantes, ásperos, irritantes, desabridos y menos aún, violentos.