Entre la espada del trabajo y la vida familiar
Apreciado Dr. Víctor Súchite, me siento atrapado entre la espada del trabajo y la vida familiar. ¿Qué hago para resolverlo?
Sin lugar a dudas, uno de los enemigos modernos de la familia, lo constituye las largas jornadas laborales a las que somos sometidos o nos sometemos voluntariamente. Ciertamente, el trabajo es una bendición y es una necesidad. Sin él no pudiéramos subsistir económicamente, cumplir con nuestros compromisos financieros y suplir las necesidades del hogar. El problema, es cuando trabajamos jornadas de 10, 12 o más horas diarias. Salimos muy temprano de casa, cuando aún está oscuro y volvemos muy tarde, cuando de nuevo está oscuro. Por lo tanto, nuestro cónyuge no nos ve durante la luz del día, ni tampoco nuestros hijos. No podemos compartir tiempo con ellos, no podemos orientarlos, no podemos disfrutarlos. Los meses y los años se van rápidamente, la vida pasa, ellos crecen y estamos distanciados, la relación no es sólida, no es saludable. De allí que la conclusión Salomón en Eclesiastés 1:1-3 es: «Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?». Aunque no se nos específica el nombre del autor, muchos coinciden en que se trata de Salomón, el hijo de David con Betsabé; quien fuera rey de Israel y quien llegó a la conclusión de que todo lo que ocurre debajo del sol, en esta tierra o en el presente, incluyendo el trabajo y los logros personales, son cosas temporales que no son la respuesta al sentido de la vida.
Por lo tanto, mi consejo práctico parta usted es: Trabaje responsablemente, pero no trabaje esclavizantemente. De ser posible, lo ideal es que trabaje para usted mismo y no para otros, ya que podrá dedicar más tiempo para su familia y manejará sus horarios. Si trabaja para otros, deje el trabajo en su trabajo. Cuando llegue a casa, desconéctese de su trabajo para conectarse a su familia. Además, negocie su horario de modo que tenga más tiempo para compartir en familia.