¿Cómo puedo ser un buen ejemplo para mis hijos?
Apreciado Lic. y Consejero Familiar Víctor Súchite, a veces siento que no soy buen ejemplo para mis hijos. ¿Qué puedo hacer al respecto?
Le felicito por tener la preocupación de ser buen ejemplo para sus hijos. Si algo debemos evitar los padres de familia es ser malos ejemplos para nuestros hijos, ya que como sabemos los hijos imitan la conducta de los padres. Se dice que los niños son como esponjas que absorben todo lo que ven, sea bueno o malo. También se dice que «de tal palo, tal astilla». Tristemente muchos padres no son consecuentes, pues dicen una cosa y hacen otra. En ese sentido, no son los buenos modelos de comportamiento que sus hijos esperan ver y necesitan seguir. Jesús se presenta en Juan 5:19,20 como el modelo del Hijo de Dios que imita a su Padre Celestial, cuando dijo: «De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis». Cuando Jesús sanó a aquel paralítico, explicó que él observaba lo que su Padre realizaba. Por lo tanto, hacía las obras de su Padre, pues «todo lo que el Padre hace, también lo hace el hijo». Interesante esta última frase. Creo que los padres de familia debemos recordarla una y otra vez: «Lo que los padres hacen, los hijos también lo hacen».
De modo que, mi consejo es el siguiente: Si la imagen que desea dejar en la mente y en el corazón de sus hijos, es una imagen positiva, deles un buen ejemplo. Si les pide que no mientan, que no le escuchen mentir. Si les pide que no fumen, que sea porque usted no tiene ese mal hábito. Si les pide que se porten bien, demuéstreles el buen comportamiento con sus hechos. Cuando somos incoherentes nuestros hijos se confunden y el concepto que tendrán de nosotros, es que somos hipócritas. Modele usted una conducta estable. Los hijos aprenden con el ejemplo más que con las palabras o los gritos. Por lo tanto, muestre con su estilo de vida el ejemplo de conducta que le gustaría observar en sus hijos.