Los hijos padres
Serie: Padres e hijos
¿Es usted un hijo o hija de padres mayores o uno de ellos, que está enfermo y depende de usted y sus hermanos? En ese caso, usted se ha convertido ahora en un hijo padre. Ese es el tema que tratamos hoy, como parte de nuestra serie de cápsulas radiales que hemos titulado: Siendo padres de nuestros padres. Cuando eso se da, los hijos deben cultivar dos valores que son necesarios: Amor y paciencia. Amor por nuestros padres demostrado con hechos, además de abrazos, besos y caricias. Los hechos como estar con ellos para darles su medicina en los horarios que corresponde, llevarlos al médico, etc.; hablarán por sí solos. Por otro lado, la paciencia es sumamente importante, ya que ellos se tornarán tercos en ocasiones, lentos en su maniobrar, olvidadizos, etc.
Dentro de los 10 mandamientos de la ley de Dios, tenemos el que en Deuteronomio 5:16 leemos: “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”. Es Dios mismo quien nos manda a honrar a nuestros padres cuando éstos son jóvenes, y más aún, cuando son adultos mayores. Fue Dios quien ordenó que honremos a nuestros padres, lo cual no significa únicamente tenerlos en alta estima, sino también alimentarlos, vestirlos y suplirles lo que necesitan en su vejez. Si lo hacemos, nosotros mismos tendremos larga vida o podremos llegar a la vejez, y sobretodo, recibiremos el favor de Dios.
Si usted está haciendo el papel de hijo padre o de hija madre, le doy un consejo práctico: Busque a un buen Geriatra para que sea el Médico de sus padres, su padre o su madre; y que, además, le brinde orientación de acuerdo a la situación. Si tiene más hermanos, pónganse de acuerdo para dividirse los gastos y el cuidado de sus padres. Saque tiempo para compartir con sus padres, padre o madre o lo lamentará después. Así que aproveche el tiempo para compartir juntos, brindar amor y cuidado, ya que después de Dios, la familia es prioridad.