El novio y la novia se quieren casar y no tienen dinero para convidar
Serie: Problemas de pareja
¿Está usted comprometido o comprometida en matrimonio? En ese caso, significa que ya se está preparando o está preparado en todo sentido para un evento tan importante en la vida del ser humano. El refrán popular dice: “El novio y la novia se quieren casar y no tienen dinero para convidar”. Hay que aclarar, que actualmente los problemas financieros de la pareja, inician en el momento de la boda. Por ello, deseo recalcar que “no hace falta endeudarse para casarse”. Vemos muchos casos en que los novios comprometidos, se endeudan hasta la coronilla por seguir la corriente de vanidad de la sociedad y ¡hasta de las iglesias evangélicas! Por ello, es bueno hacerles conciencia sobre la importancia de la planificación sensata y acorde con sus medios, para no caer en lo que es una moda de la época. Muchas veces los novios hasta se endeudan juntos con tal de tener una boda pomposa, poniendo así en peligro su estabilidad económica y hasta matrimonial desde sus inicios. Lo que sí es cierto que, aunque no tengan dinero para convidar a una fiesta lujosa, deben tener dinero para realizar una recepción familiar y sobre todo, para iniciar una vida conyugal juntos. Aunque el novio y la novia que se quieren casar no tengan dinero para convidar, deben tener dinero para comenzar la formación de su familia y deben ponerse de acuerdo sobre cómo manejarán sus finanzas. En Marcos 3:25 leemos: “Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer”. Si Jesús a quien anteriormente habían acusado de endemoniado, hubiera echado demonios por medio del poder satánico; eso sería ilógico, ya que equivaldría a pelear contra su propio reino. Un reino no puede tener éxito si está dividido. De la misma manera, una casa o familia dividida no puede tener éxito. En ese sentido, muchas parejas están divididas o viven en desacuerdos en cuanto al tema del manejo del dinero en el hogar. Por ello, le doy un consejo práctico: Aunque uno de los dos sea quien lidere la administración financiera, ambos deben compartir o estar de acuerdo en la dirección económica del hogar.