Matrimonios simbólicos
Serie: Matrimonios tergiversados
¿Sabía usted que hay personas que se han casado con un árbol o con un puente por ejemplo? Lamentablemente en nuestro mundo moderno y loco, nada es extraño. Una mujer en Francia se casó con su novio muerto en el año 2008, un joven ruso se casó con una pizza, un japonés se casó con una almohada, otro japonés se casó con su juego de Nintendo, una mujer estadounidense se casó con una montaña rusa, una mujer sueca se casó con el antiguo muro de Berlín, una ex soldado de San Francisco California, se casó con la Torre Eiffel, un hombre de Washington se casó con su vehículo Wolkswagen y la lista sigue y sigue. Quizá a usted le parezca un chiste o una locura, pero es la realidad. Se trata de matrimonios simbólicos que se realizan en todo el mundo, con traje de novio o novia, invitados presentes, una ceremonia alegórica y muchas veces, una gran celebración para todos los presentes. Estamos de acuerdo que una pareja se case en la playa o hasta volando en un avión, pero que alguien se pretenda casar con un objeto, no tiene sentido alguno. Esto es muy diferente al simbolismo de una pareja que usa velas, copas o lazos para representar que ahora son uno solo. Tal y como leemos las palabras de Jesús que se registran en Mateo 19:5, 6 que dice: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. Ese es el concepto bíblico del matrimonio, cualquier otro tipo de relación es una caricatura del matrimonio.
Por lo tanto, le doy un consejo práctico: No devalúe el concepto del matrimonio de acuerdo a la voluntad de Dios. Aunque otros lo hagan, usted debe valorar y considerar como honroso el matrimonio entre un hombre y una mujer. No se trata simplemente de convivir juntos, se trata de hacer un compromiso delante de Dios y la sociedad.