Manejando la ansiedad
Serie: La familia y el manejo de las emociones negativas
¿Es su vida un reflejo de la fe y confianza en Dios o de la ansiedad y la preocupación? Podemos definir la ansiedad como “un estado de inquietud, temor, preocupación e inseguridad; causado por circunstancias pasadas, presentes o futuras, que nos inquietan”. Ciertamente como seres humanos necesitamos cierto grado de ansiedad para vivir sanamente, pero demasiada ansiedad puede afectarnos de una manera negativa. La ansiedad en exceso afecta nuestros pensamientos, afecta negativamente nuestra productividad, afecta la manera en que nos relacionamos con los demás y afecta nuestra salud física y emocional. De allí que, en Mateo 6:25 leemos las palabras de Jesús: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”. En los pocos versículos que encontramos en Mateo 6:25-34, la palabra afán o afanarse aparece cinco veces y el mensaje: “No os afanéis” o “no se preocupen” aparece tres veces. Además, la pregunta: ¿Por qué se preocupan o afanan? aparece una vez. Jesús lo subraya una y otra vez: Lo único que conseguimos con tener ansiedad, es hacernos daño emocional a nosotros. Nada más resolveremos con vivir preocupados. Alguien dijo: “Las úlceras no son causadas tanto por lo que comemos, sino más bien, por lo que nos come a nosotros”. Por eso Jesús nos da razones de peso para no vivir ansiosos por la comida, el vestuario y todas las cosas que nos preocupan: El trabajo, el dinero, los estudios, el matrimonio, los hijos, la salud, etc. También nos da el remedio contra la ansiedad: La confianza en el Dios que si viste a los lirios del campo y alimenta a las aves del cielo, lo hará especialmente con nosotros.
Le doy un consejo práctico: No se preocupe. “Pre-ocuparse” es una palabra compuesta: pre-ocuparse u ocuparse antes de tiempo. Eso significa que si usted se preocupa hoy por los compromisos de mañana, está ocupándose o trabajando mentalmente antes de tiempo. No permita que la ansiedad le robe la felicidad personal y familiar, ya que después de Dios, la familia es prioridad.