La boda

Serie: Etapas naturales de la vida familiar

17 de octubre de 2011

¿Cómo describiría usted la boda ideal? ¿Qué características debiera tener la fiesta de bodas? Muchas personas, especialmente las novias, anhelan que se haga realidad la boda de sus sueños. Generalmente, esto incluye: Una templo precioso, un salón bien decorado o un ambiente natural especial. Obviamente, se toma en cuenta también todo tipo de detalles: Las tarjetas de invitación, el vestido de la novia, el traje del novio, las flores, la iluminación, la decoración y un sin fin de pormenores. Mateo 22:1-3 nos describe un escenario de este tipo: «Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir». Esta parábola relatada por Jesús habla de un Rey que gira invitaciones para la fiesta de bodas de su hijo. Lamentablemente, los invitados optaron por rechazar dicha invitación, por lo que se procede a reemplazarlos por otros invitados que asisten gustosamente. La figura habla de la invitación a la salvación que tristemente muchos rechazan pero que otros aceptan. Sin embargo, nos interesa enfocarnos en la fiesta de bodas. Fue preparada sin perder un solo detalle. Era una fiesta especial: La boda del hijo de un Rey. Actualmente muchos sueñan con una boda como la de William y Kate de la realeza británica. Es que la celebración del matrimonio es una importante etapa de la vida familiar.

Si usted está comprometido o comprometida para casarse, le doy un consejo práctico: Haga un cronograma de las actividades que mes a mes deben realizar en la programación de la boda y disfrute este proceso sin nerviosismo. Por el contrario, los preparativos para la boda son emocionantes y colmados de sorpresas. Piense en todos los detalles de la boda, especialmente el de contar con la bendición de Dios. De manera que las promesas de amor, respeto y fidelidad que se intercambien, las pongan en práctica en medio de los retos de la vida matrimonial. Planifique bien su boda, pero planifiquen además su matrimonio y su vida familiar, porque después de Dios, la familia es prioridad.