El matrimonio con hijos casados
Serie: Etapas naturales de la vida familiar
¿Están ya sus hijos casados o tiene hijos casados y otros que ya son jóvenes y están por independizarse? En ese caso, ustedes como pareja entraron a la etapa cuando el primer hijo o la primera hija contrae matrimonio y se va de casa. Esta es una fase difícil, porque después de tantos años de cuidar, amar, educar y apoyar a los hijos; ellos alcanzan su emancipación y ya no se comparte la misma cantidad de tiempo con ellos, ya que ahora la prioridad es el cónyuge. Como digo es un período difícil para los padres, siendo que en décadas pasadas los hijos se casaban en promedio a los 20 años, pero ahora debido a factores socioeconómicos lo hacen hasta los 30 años aproximadamente. Esto significa, que hay más apego entre padres e hijos. No obstante, muchos padres también experimentan satisfacción al ver a sus hijos realizados, felices y formando sus propias familias. Sin embargo, el casamiento de nuestros hijos no debe ser excusa para alejarnos de ellos, ni mucho menos, alejarnos de Dios. Lucas 14:20 relata: «Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir». Esto forma parte de la parábola que Jesús narró conocida como la gran cena de Dios. La misma, habla de la invitación que Dios hace a la humanidad para tener comunión con él. Cada uno de los invitados se excusó, porque estaban absorbidos por los negocios, las propiedades materiales o como en este caso, por la esposa. Por supuesto, al matrimonio y a la familia hay que cuidarlos, pero sin descuidar la relación con Dios, quien debe ser número uno en nuestras vidas.
Al papá y a la mamá de hijos casados, les doy un consejo práctico: Mantenga la buena relación con sus hijos, sin inmiscuirse en sus vidas privadas. Aproveche el tiempo que ahora tiene y que antes compartía con ellos, para emprender proyectos que habían dejado pendientes, para la recreación y para compartir más tiempo con su pareja. Esté dispuesto a aconsejar o apoyar a sus hijos casados cuando ellos se lo soliciten y no olvide buscar de Dios.