Eduque a sus hijos con instrucciones directas
Serie: Educando sabiamente a nuestros hijos
¿Cuándo usted le habla a sus hijos se va por las ramas, es decir, anda con rodeos o es directo(a)? Muchos padres y madres de familia cometen el error de manejar una comunicación indirecta, usando palabras que dan a entender algo diferente a lo que se dice. Si un padre dice: «Que bueno sería que alguien me ayudara a reparar la puerta del baño» o la madre expresa: «Terminaría más rápido si alguien me apoyara en la cocina», están hablando con indirectas. Obviamente, ese alguien es quizá el hijo o la hija que están escuchando y quienes se sienten obligados a cumplir con la queja de los padres. Si en cambio, el papá le dice: «Hijo necesito tu ayuda, ¿podrías dedicar 10 minutos para ayudarme a reparar la puerta del baño?» o si la madre, indica: «Hija, estoy un poco atrasada con los quehaceres de la casa, ¿me puedes ayudar por favor a terminar de cocinar?, es una comunicación abierta y directa que seguramente motivará a los hijos a colaborar voluntariamente. Nuestros hijos necesitan instrucciones directas. En Mateo 11:1 leemos: «Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos». Dichas instrucciones aparecen en el capítulo 10 de Mateo y eran instrucciones precisas: No vayan a predicar a los pueblos gentiles, ni a los samaritanos, sino a las ovejas perdidas de Israel. El mensaje que deben predicar es que el reino de los cielos está cerca. Sanen enfermos, resuciten muertos, no lleven oro ni plata, etc., etc. Como podemos notar, eran instrucciones claras y directas. Lo mismo deben hacer los padres de familia.
Eduque a sus hijos con instrucciones directas. Si hicieron algo indebido, dígales que eso está mal y por qué no es correcto que lo vuelvan a hacer. Recuerde que la comunicación directa es menos agresiva que la indirecta. Las explicaciones directas y abiertas permiten que el mensaje sea bien recibido y que el ambiente en el hogar sea favorable, ya que después de Dios, la familia es prioridad.