El error de darles prioridad a los hijos antes que al cónyuge
Serie: Errores que debemos evitar en el matrimonio
¿Es usted de los cónyuges que les dan prioridad a los hijos, en detrimento de la relación con su pareja? Así como algunos adultos tienen "mamitis" o "papitis" y acuden a sus padres en lugar de auxiliarse con su cónyuge para buscar apoyo emocional, existen también madres y padres que tiene «hijitis aguda». Es decir, que aman más a sus hijos que a su cónyuge y les dedican más tiempo, descuidando la relación conyugal. Como resultado, el matrimonio se debilita y el cónyuge despreciado es tentado a buscar amor y atención en otra persona, cayendo muchas veces en el adulterio. En Génesis 2:24 Dios decretó: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne». Una persona casada no es una sola carne con su papá o su mamá, ya que abandonó el nido y ha formado su propio hogar. Tampoco es una sola carne con sus hijos, pues el cordón umbilical que unía a madre e hijo o hija, fue cortado en el momento del nacimiento y el cordón o lazo físico con los padres, es cortado en el momento del casamiento de dicho hijo o hija, pues ahora debe vivir independientemente.
Reciba el siguiente consejo práctico: Dar prioridad a los hijos antes que al cónyuge es un error, porque los hijos están con nosotros temporalmente, mientras que la relación con nuestro cónyuge es por toda la vida. En ese sentido, hay que preparar a los hijos para que un día se independicen y formen sus propios hogares. No debemos apegarnos demasiado a ellos, porque se creará una mutua dependencia. De allí que muchos hijos adultos no pueden soltarse de la falda de mamá o del abrigo de papá y que muchos padres se sienten inútiles sin sus hijos al lado. A los hijos hay que amarlos, cuidarlos, educarlos, proveerles, orientarlos y darles buen ejemplo, sin caer en la «hijitis aguda» o llegar a idolatrarlos. Sean padres y madres responsables y amorosos, pero no descuiden su relación conyugal.