Cultivando el valor de la fidelidad
Serie: Cultivando los valores en la familia
Personalmente considero que la fidelidad es un valor que está en peligro de extinción. ¿Está usted de acuerdo conmigo? Son muchos los que han experimentado la infidelidad y ya no creen en la lealtad de nadie. Por eso pienso que la fidelidad es un valor que está en peligro de extinción. Así como hay especies de animales en peligro de desaparecer, por lo que algunas organizaciones y personas están luchando para que estos animales no desparezcan, hay muchos valores en peligro de desaparecer, como la honestidad, la responsabilidad, la puntualidad y por supuesto, la fidelidad. Por lo tanto, los cristianos debiéramos lanzar una campaña de conservación de estos valores, así como el mundo promueve campañas de conservación para salvar al oso panda, al koala, al puma, al gorila, al cóndor y al tigre entre otros. Definitivamente no queremos perder a esos animales, mucho menos podemos darnos el lujo de perder dichos valores cristianos. La fidelidad es una característica, atributo o particularidad exclusiva de Dios. Deuteronomio 7:9 dice: «Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones». Por supuesto, hasta mil generaciones es una figura de lenguaje para decir que Dios es fiel por siempre. Esta cualidad es esencial a su ser, sin ella no sería Dios. Para Dios ser infiel es obrar en contra de su naturaleza, lo cual es imposible. La fidelidad a una persona está relacionada con el amor hacia la misma y con los principios que dirigen nuestra vida. De allí que es importante cultivar dicho valor en el seno del hogar.
Demuéstreles a sus hijos que se debe y se puede ser fiel a una amistad o a una causa Enséneles con sus actos, que las promesas se cumplen. Si usted juró ante el altar ser fiel a su pareja hasta que la muerte los separe, cumpla su promesa.