Cuando hay mala y escasa comunicación
Serie: Señales de un matrimonio débil
¿Cómo evalúa la comunicación en su matrimonio? ¿Cómo manejan los conflictos de pareja o las diferencias entre ambos? ¿Considera que su pareja no valora sus puntos de vista u opiniones? ¿Usted o su pareja usan la burla, sarcasmo o ironía para humillarse? ¿Usted o su pareja usan los insultos y hasta la agresión física? Definitivamente, cuando hay mala o escasa comunicación en el matrimonio, es señal clara que el mismo, está débil. La sana comunicación es uno de los pilares que sostienen un matrimonio saludable. Si este pilar o columna se debilita, el matrimonio puede venirse al suelo, ya que una defectuosa comunicación provoca crisis en la relación conyugal. Santiago 1:19 es un versículo que debiéramos aplicar a este aspecto tan importante de la relación de pareja: «Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse».Acá se nos dan tres consejos claves: 1. Aprender a escuchar o ser prontos para oír. Es decir, escuchar con atención y con el interés de entender los sentimientos y los pensamientos de nuestra pareja. 2. Pensar antes de hablar o ser tardos para hablar. Lamentablemente, hacemos lo contrario: hablamos rápidamente y descontroladamente. Por eso terminamos arrepintiéndonos de los que dijimos, pero una vez expulsada la lava, nadie puede volver a meterla dentro del cráter del volcán. Una vez dichas nuestras palabras, no podremos evitar que causen daño. 3. Controlar el enojo o ser tardos para airarnos. De lo contrario, el enojo nos controlará a nosotros.
Por lo tanto, invierta tiempo para comunicarse más y con mejor calidad con su cónyuge. Para ello, debe programar salidas más frecuentes con su pareja, caminar juntos en el parque, salir a un restaurante, el cine, etc. Evite las críticas y destaque los aspectos positivos. Sea amable, comprensivo y cariñoso. Sea transparente. Cuide su matrimonio.