Moisés y Séfora, una pareja que no se apoyaban
Serie: Parejas de la Biblia
¿Toma en cuenta usted a su cónyuge en asuntos de ministerio o servicio a Dios en su iglesia local? ¿Sirven juntos al Señor o trabajan solos? Muchos de los siervos de Dios o personajes bíblicos tomaron mujeres extranjeras, paganas o que no pertenecían al pueblo de Dios. En éxodo 2:21 encontramos que Moisés tomó por mujer a Séfora, una de las hijas de Jetro, sacerdote de Madián. Esta mujer era extranjera, pagana o no pertenecía al pueblo de Israel. Luego de ser llamado por Dios, Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, para retornar a la tierra de Egipto (éxodo 4:20). Se los llevó con él lo cual es importante, pero nunca los involucró en el ministerio. Al menos, la Biblia no lo revela. En el capítulo 18 de éxodo encontramos que su suegro Jetro, le recomendó a Moisés delegar el trabajo o formar un equipo «porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo» (éxodo 18:18). Moisés trabajaba solo, no solicitó el apoyo de su esposa, ni el de sus hijos, ni de quienes podían desempañarse como líderes, a quienes finalmente llamó, luego de aquel sabio consejo. Se dice que en un concurso de fuerza de caballos en una feria, el caballo que ganó el primer lugar movió un trineo que pesaba 2,041 kilos. El caballo que ganó el segundo lugar movió 1,814 kilos. El dueño de los dos caballos se preguntó cuánto podrían mover los animales si trabajaban juntos. Así que los ataron juntos y cargaron el trineo. Para sorpresa de todos, los caballos pudieron mover 5,443 kilos. A veces, en la obra del Señor tratamos de llevar el peso de un trabajo solitariamente. No obstante, cuando formamos equipo con nuestro cónyuge trabajamos con más eficiencia y podemos producir mucho más.
Por lo tanto, le doy un consejo práctico: Tomen en cuenta que «dos son mejor que uno» según Eclesiastés 4:9. Dios lo decretó con el primer matrimonio: «serán una sola carne» y en el servicio cristiano no hay excepción. Todo matrimonio cristiano debe estar integrado ministerialmente. La frase «no es bueno que el hombre este solo» incluye la vida ministerial. No es saludable que el hombre o la mujer trabaje solo o sola en el ministerio. Es recomendable que tome en cuenta a su cónyuge y sus hijos, porque después de Dios, la familia es prioridad.