Mi hijo considera que siempre le critico
Serie: Principales quejas de los padres
¿Cómo puedo hacer entender a mi hijo que no siempre lo critico? Se preguntan muchas madres y muchos padres de familia. Una de las principales quejas de los padres, es que sus hijos piensan o consideran que ellos viven señalándolos o criticándolos siempre, cuando en realidad solo se preocupan por su bienestar. Por supuesto, se vale también criticar, siempre y cuando sepamos hacerlo. Todos en algún momento hemos sido objeto de algún tipo de crítica, censura, desaprobación, reproche o reprobación. Ahora bien, todos sabemos también que hay crítica constructiva y crítica destructiva. ¿Cuál es la diferencia entre ambas? Alguien dijo: crítica constructiva, es cuando yo critico a alguien. Crítica destructiva, es cuando alguien me critica a mí. Por su puesto no es así. La crítica constructiva es la acción de hacer notar los defectos de uno, con el fin de ayudarlo. La crítica destructiva es la acción de censurar las acciones o la conducta de uno, con el fin de perjudicarlo. Por ejemplo, en Mateo 11:19 Jesús dijo: «Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos». El Hijo del Hombre es uno de los títulos para referirse a Jesús, que tenía la naturaleza divina y la humana, era Hijo de Dios e Hijo del Hombre, es decir, un ser humano libre de pecado. Aun así, muchos lo criticaban y señalaban de borracho, glotón y pecador, debido a que Jesús se relacionaba con pecadores. En este caso, se trataba de críticas destructivas sin base alguna, solamente para perjudicarle.
Le doy un consejo práctico a usted padre o madre de familia: Recuerde que usted no debe constituirse en un juez de sus hijos, sino en un motivador de ellos. Si su hijo obtuvo 80 puntos de 100 en un curso, no le critique por ello con palabras negativas y le exija que saque 90 la próxima vez. Más bien, motívele a lograrlo con palabras positivas. En lugar de criticarles más o exigirles más, hay que motivarles más y amarles más, porque después de Dios, su familia es prioridad.