Ellos son más visuales
Serie: Ellas y ellos, contrarios pero complementarios
¿Alguna vez ha visto a un hombre voltearse para admirar la belleza de una mujer que pasa frente a él? No creo que eso suceda de vez en cuando, sino de vez en diario, debido a que el hombre es más visual que la mujer. La Biblia narra en Génesis 2:22,23: «Y de la costilla que Jehová tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada». Notemos que luego de que Dios anestesió a Adán o provocó un sueño profundo sobre él, para que no sintiera dolor alguno al extraer una de sus costillas y cerrar de nuevo la carne; crea a Eva. Posteriormente, cuando Adán despierta o vuelve en sí, se da cuenta de lo ocurrido y exclama en cuanto la ve: «Esta mujer me pertenece, es hueso de mis huesos y carne de mi carne», a esto se le conoce como el poema de Adán. La nombra Varona porque ella tenía su origen en él. Sin lugar a dudas, Eva fue la mujer más hermosa que ha existido y a Adán el amor le entró por los ojos. Está comprobado científicamente que los hombres y las mujeres se enamoran de diferentes maneras. Ellos son atraídos por lo que ven, ellas por lo que escuchan. Sin embargo, enamorarse es amar las diferencias entre uno y otro, ya que aunque somos contrarios o distintos, somos también complementarios. A un hombre se le puede convencer por lo que ve, ya que su recuerdo queda grabado de dicha manera. Sin embargo, no es que el hombre sea observador como lo es la mujer, sino que el varón es atraído por la primera impresión.
Siendo que los hombres son más visuales y que ellos son estimulados principalmente por lo que ven, le doy un consejo práctico a usted apreciada dama casada: Muéstrele un poquito a su esposo, no se ponga esas batas que llegan hasta los tobillos, porque con los hombres nada funciona mejor que la estimulación visual. Arréglese para él, sea coqueta con él. Haga que usted le guste, porque él es visual.