Casados, no se nieguen el uno al otro
Serie: Consejos del Apóstol Pablo para La Familia
Muchos de los problemas de un matrimonio, nacen en la cama. ¿Está usted de acuerdo con la anterior afirmación? Una pareja feliz, un matrimonio realizado, es una pareja cuya alegría inicia en la intimidad conyugal. Una pareja infeliz, un matrimonio decaído, es una pareja que tienen problemas en la cama. Por esa razón, en 1 Corintios 7:3 el apóstol Pablo aconseja: «El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido». Acá la Biblia indica que ni la esposa ni el esposo deben negarse el uno al otro el placer sexual, ya que son una sola carne o una vez casados, ninguno de los dos continúa siendo dueño de su cuerpo, sino su cónyuge. «Pero sucede que tenemos niños pequeños que atender y ya no es lo mismo que cuando estábamos solos, no tenemos tiempo», se quejan algunas parejas. «Pero vivo cansada con tantos quehaceres, vivo estresado con tanto trabajo, no tenemos el mismo interés sexual», dicen otros. Obviamente, los hijos, el cansancio, las enfermedades etc., provocan que se disminuya el deseo sexual. En esos casos, la creatividad, la sana alimentación, el ejercicio y sobre todo el amor, pueden ayudar a avivar el deseo sexual nuevamente. La voluntad de Dios es que en el amor de la pareja debemos recrearnos siempre. Eso significa, vivir enamorados y complacidos el uno con el otro, aún con el paso de los años, SIEMPRE. Por supuesto, la relación sexual de un matrimonio cambia a medida que pasan los años. Después de los 40"s y en los 50"s tanto los hombres como las mujeres experimentan cambios físicos, por lo que disminuye el deseo sexual y las relaciones bajan de frecuencia. Eso no significa que una pareja madura no pueda disfrutar de una vida sexual placentera. Está comprobado que aún en la vejez, hay una buena respuesta sexual cuando las personas son relativamente sanas. La Biblia nos da ejemplos como Abraham y Sara o Zacarías y Elisabet que tuvieron un hijo en su vejez.
Mi consejo para ustedes: Fortalezcan su relación matrimonial cultivando la vida íntima, independientemente de la edad que tengan.