Los solteros frustrados
Serie: La vida de los solteros
¿Cómo se puede describir a un individuo frustrado con estado de soltería? Cuando una persona se siente disgustada por no haber logrado lo que pretendía, se dice que está frustrada. Sinónimos de la palabra frustración, son: Decepción, fracaso, desilusión, desencanto, desaliento, fiasco, contrariedad, malogro, revés, infortunio, por mencionar unos cuantos. Una persona soltera que está frustrada, es aquella que tenía la meta de tener un novio o novia con la cual casarse y formar un hogar feliz. Sin embargo, por no haber alcanzado dicha meta, se siente decepcionada. La frustración produce un estado sicológico negativo, por lo cual la persona que la padece experimenta enojo constante, estrés, depresión y baja autoestima. Ese estado anímico le produce pensamientos y sentimientos que se convierten en autodestructivos para sí misma. No es la voluntad de Dios que ninguno de sus hijos viva así. Si usted es soltera o soltero, Dios quiere que sea un soltero feliz, no un soltero frustrado. Sin embargo, hoy en día hay tantos solteros frustrados, lo que se constituye en una de las razones por las cuales la búsqueda de pareja en Internet ha proliferado rápidamente. Con esto no estoy diciendo que los noviazgos virtuales no son funcionales, simplemente estoy subrayando el hecho de que muchos solteros se sienten frustrados y desesperados. Se dice que Australia es uno de los países con el porcentaje más alto de hombres solteros del mundo, sin embargo son joviales y divertidos. El apóstol Pablo nos recomienda en Filipenses 4:4: «Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!». Eso significa que se puede ser feliz en cualquier circunstancia y en cualquier estado civil, porque la felicidad proviene del interior del ser humano.
Por lo tanto, si usted es una persona soltera que no se siente satisfecha, le doy un consejo práctico: No viva con amarguras, porque se hará daño a sí mismo(a). La soltería no es un delito. No se sienta inferior a nadie, usted tiene un gran valor como persona. Cultive buenos hábitos, disfrute de su propia compañía y de la compañía de sus seres queridos, porque después de Dios, la familia es prioridad.