Las enfermedades de transmisión sexual
Serie: La vida sexual a la luz de la Biblia
¿Conoce usted cuáles son algunos de los riesgos de tener relaciones sexuales con personas extrañas? Por supuesto, si la persona es casada y el cónyuge se entera, un riesgo grande es perder su hogar. Quizá el mayor riesgo, tanto si la persona es casada o soltera, es contraer una de las famosas ETS o Enfermedades de Transmisión Sexual, ya que no existe el sexo seguro, pues aún los preservativos son inseguros en ocasiones. Proverbios 5:20 nos recomienda: «¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?». Es interesante la forma tan descriptiva con que nos habla el proverbista. Muchos hombres se enceguecen y tienen relaciones con mujeres ajenas y extrañas. Lo mismo pasa con gran cantidad de mujeres que se enredan con hombres ajenos y extraños. La mujer extraña no necesariamente debe ser una prostituta, puede ser una amiga, una compañera de trabajo o incluso una novia. Hoy en día se habla de «novios con derecho», eso significa que se dan el permiso mutuo para tener relaciones sexuales entre sí. El problema es que cuando no se conoce el historial sexual de una persona o con cuántas personas y con quiénes ha practicado sexo, se corren enormes riesgos. Uno de ellos, ser infectado con una enfermedad venérea. Mientras más parejas sexuales ha tenido una persona, mayor posibilidad de haber contraído una infección de transmisión sexual. Se habla también de sexo casual u ocasional, que es fomentado por el cine, la televisión, radio e Internet. Lamentablemente los medios masivos de comunicación, en lugar de educarnos para prevenir, incitan a la lujuria y a las relaciones sexuales ilícitas. Por lo tanto, le doy un consejo práctico: Si usted quiere evitar contraer sífilis, gonorrea, herpes, virus Papiloma Humano o el temible SIDA, no practique relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio. Eso es lo que nos recomienda la Palabra de Dios. A las personas solteras, resumiéndolo en una palabra, la Biblia les dice: Esperen. A los casados, les dice: Contrólense.