Familia unida jamás será vencida
Serie: Vida Familiar
¿Es su familia unida o es una familia dividida? ¿Mantienen una buena relación, se reúnen periódicamente, tienen una sana comunicación familiar? Nada más especial en esta vida, que disfrutar de una familia unida, que un grupo familiar que tienen almuerzos, cenas, viajes juntos, que practican deportes, organizan salidas, en fin; que fortalecen los lazos de unidad y armonía. Jesús vivió en el seno de una familia, y a pesar de ser Dios se sometió a sus padres y los respetó para mantenerse cerca de ellos. En Lucas 2:40-42 se nos describe la siguiente escena cuando Jesús tenía doce años: «Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta». Jesús viajó con sus padres a Jerusalén para celebrar la Pascua, pero cuando retornaban se separó de ellos (sin que éstos se dieran cuenta) para entrar al templo y dialogar con los doctores de la ley. Obviamente, estos preocupados padres comenzaron a buscarlo desesperadamente, hasta que finalmente lo encontraron y lo recuperaron. Aún cuando ellos no comprendían que a Jesús le era necesario estar en los negocios de su Padre Celestial, se sometió a la autoridad de sus padres terrenales viviendo con ellos hasta que fue un adulto de 30 años, cuando salió de casa para llevar a cabo su tarea evangelística y de redención. La Biblia nos presenta una hermosa fotografía de unidad en la familia de Jesús.
Le doy un consejo práctico: Si usted anhela que su familia permanezca unida, tome en cuenta que debe fomentar los valores de grupo y dejar a un lado el individualismo. Eso significa que si a usted le gusta salir a correr por ejemplo, puede motivar a otros miembros de su familia a acompañarle. Si le gusta ir al teatro, no vaya solo o sola, lleve a cuantos pueda de su casa. Trate de organizar actividades grupales como familia.
Haga del siguiente lema un estilo de vida: Después de Dios, mi familia es prioridad.