Es grato estar en casa
Serie: La iglesia como familia espiritual
¿Le gusta a usted estar en casa? ¿Es usted hogareño u hogareña? ¿Anhela llegar a la comodidad del hogar luego de un día de trabajo o después de varios días de viaje desea volver a casa? Es una realidad sin embargo, que algunas personas opinan: qué aburrido es estar en casa sin nada que hacer. No obstante, otros disfrutan de la comodidad de estar en chancletas o sin zapatos y con ropa cómoda, acostarse sobre el sillón de la sala y mirar televisión, sentarse en una cómoda silla y leer un buen libro o entretenerse con el ipad, saborear en la mesa del hogar una grata comida casera. ¡Nada como estar en casa! suspiramos muchos. Muchas veces, ni en el mejor de los hoteles, se disfruta de la comodidad del hogar. Por supuesto, para ello se debe mantener la casa limpia y ordenada. Es grato estar en casa y más grato es estar en la casa de Dios o el templo donde congregamos. De allí que en Salmos 122:1 David dice. «Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos». De nuevo, algunos dirán: Qué aburrido es ir a la iglesia. Sin embargo, aquellos que están enamorados de Dios, dicen como el salmista: Yo me alegro, me gozo, disfruto el tiempo en la casa del Señor. Una de las razones de esa alegría, la da en Salmos 5:7 donde explica: «Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor». Por la abundancia de la misericordia de Dios derramada sobre su vida, lo adoraba en Su casa. Danilo Montero expresa en uno de sus cantos: «Me gusta estar en tu casa, celebrando con tu pueblo, me gusta darte honor, con mis manos y mi voz». La pregunta es: ¿Y a usted, también le gusta estar en la casa del Señor?
Le doy un consejo práctico: Disfrute el tiempo en el templo o en su iglesia local, no llegue por costumbre, sino para adorar a Dios y deleitarse en Su presencia. Disfrute también el tiempo con su familia, alégrese cuando se queda en la comodidad de su casa, porque después de Dios, su familia es prioridad.