El legado material
Serie: El legado
¿Vive usted en base a la filosofía de gastar su último quetzal antes de que llegue su último suspiro? o ¿tiene la meta de dejarles una herencia material a sus hijos? Note que hablo de herencia material, ya que algunos padres argumentan que una buena educación, sanos valores o transmitirles la fe cristiana es la mejor herencia que le pueden dejar a sus hijos y que no importan tanto las cosas materiales. Obviamente, la herencia moral y espiritual es la más importante, pero la Biblia también subraya la importancia de la herencia económica o material. Proverbios 13:22 nos dice que: «el bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; pero la riqueza del pecador está guardada para el justo». Note que aquí se habla de un hombre bueno. Se refiere a un buen esposo, a un hombre trabajador, a un hombre prevenido que no solo les dejará herencia a sus hijos, sino a los hijos de sus hijos, es decir a los nietos. Por supuesto, la idea bíblica no es que les enseñemos a nuestros hijos a extender las manos y ser consumidores, ya que la obligación de los padres judíos era enseñarles un oficio a sus hijos y transmitirles su fe. De manera que debemos brindarles educación cristiana, ayudarles a obtener un título universitario, una profesión o un oficio (de acuerdo a sus habilidades e intereses) y enseñarles a ser trabajadores y productivos.
Le doy un consejo puntual: Aun cuando a nadie le gusta pensar en la muerte, piense en la herencia que le dejará a sus hijos cuando ya no esté en esta tierra. No actúe como si siempre vivirá en este planeta. Muchos hombres han muerto sin haber preparado a su esposa e hijos para tomar las riendas del negocio o empresa que fundaron y dirigían, y el negocio o la empresa murió junto con ellos. Explíquele a sus seres queridos en qué lugar están los documentos importantes: Títulos de propiedades, papeles legales del negocio, cuentas bancarias, etc. Incluso puede trabajar un testamento con su abogado, para explicar cómo le gustaría que se distribuyeran sus bienes, en el momento de faltar. Prepárese y deje una herencia moral, espiritual y económica a los suyos.