El hombre de malos pensamientos
Serie: Proverbios de Salomón sobre el hombre
¿Ha tenido usted como hombre alguna vez, malos pensamientos? Sin lugar a dudas que sí, todos tenemos malos pensamientos, tanto si somos hombres o mujeres. Pero una cosa es tener un mal pensamiento ocasionalmente y otra diferente es vivir maquinando, tramando o planificando cosas malas todo el tiempo. En ese sentido, Proverbios 12:2 dice: «El bueno alcanzará favor de Jehová; mas él condenará al hombre de malos pensamientos». Uno de los atributos de Dios es su justicia. Delante de Dios, la persona buena, la persona correcta, aquel hombre o aquella mujer que vivió con temor de Dios, alcanzará el favor y la misericordia de él. Sin embargo, el malvado, aquel hombre de malos pensamientos o que planifica el mal contra su prójimo, será condenado. De modo que este versículo, motiva ala arrepentimiento, a un cambio de vida y de conducta. Dicho cambio debe iniciar cuando el hombre toma la iniciativa de caminar en pos de Dios, quien comienza un proceso de transformación en dicha persona. Es que Dios no cambia a quien no desea cambiar. Aquel hombre de malos pensamientos que persiste en hacer el mal, que planea cómo hacerle daño a los demás, cómo favorecerse deshonestamente a costa de otros, que maquina la manera de poder abusar de su prójimo, que trama sus actos delincuentes, tendrá que enfrentarse tarde o temprano cara a cara con su Creador, para rendir cuenta de sus hechos.
Por lo tanto, le doy un consejo práctico: No sea usted un hombre de malos pensamientos. No haga trampas. No perjudique a sus compañeros de estudio o de trabajo. No abuse de su esposa o de sus hijos. Ni física, ni emocionalmente. Use su mente para hacer el bien, sea creativo, sea productivo. La mente es nuestro principal campo de batalla. No permita que el enemigo le gane la batalla mental. Llene su mente de pensamientos positivos y de la Palabra de Dios. Sea correcto con las personas que se relaciona fuera de casa y especialmente con sus familiares.