Adicción al amor enfermizo
Serie: Las adicciones, destructores del hogar
¿Conoce usted el significado de la palabra codependencia? Quizá no, por tratarse de una palabra técnica, que se puede usar para alguien que se aferra a una relación amorosa con una persona que padece de una adicción y entrega su vida para apoyarle, pero no permitiendo su recuperación; pues en ese caso dejaría de sentirse útil o amado. Es decir, alguien que se casa o convive con un alcohólico, con un drogadicto, con un jugador compulsivo, con una persona violenta, etc. y a pesar de eso, no sale de esa relación enfermiza. Por el contrario, directa o indirectamente termina apoyando el avance de dicha adicción, ya que busca hacer creer al afectado o a la afectada, la necesidad de su apoyo y por lo tanto, asegurarse que nunca le va a abandonar. En una palabra, el codependiente tiene muy baja autoestima, no se valora a sí mismo y cae en un círculo vicioso dentro de una relación tóxica o perjudicial, que no le conviene ni al adicto a alguna sustancia o a un patrón de conducta, ni al adicto a dicha relación o amor enfermizo. Eso no significa que no existe una recuperación a la codependencia, pero es muy difícil que busquen ayuda, ya que aparentemente al codependiente le conviene mantenerse dentro de ese estilo de vida. Se trata de personas obsesionadas y no tanto enamoradas, cuyo mayor temor es ser abandonadas por su pareja, por lo que se aferran a ésta, cueste lo que cueste. En 1 Corintios 13:4- 7 el apóstol Pablo nos ofrece una larga lista de características del amor. Entre ellas, menciona que el amor es benigno o hace el bien al prójimo. Por otro lado, el amor no busca lo suyo o no es egoísta. Además, el amor no se goza de la injusticia o le entristece las injusticias, la violencia, la maldad. Esto es todo lo contrario del amor enfermizo o la codependencia.
Si usted comparte su vida con un adicto o adicta al sexo, a la violencia, al alcoholismo, etc.; ayúdele a salir de dicha situación. Esa es la mejor manera de salir usted de la adicción a la codependencia. Es decir, busquen juntos ayuda espiritual y ayuda profesional, para disfrutar de una relación sana.