¿Es un pecado la masturbación?

Apreciado Licenciado y Consejero Familiar Víctor Súchite, tengo una pregunta que para mí es muy importante: ¿Considera usted que es un pecado el auto placer o la masturbación? ¿Cree usted que es algo perjudicial para la salud física y emocional o es una práctica sexual que contribuye a mejorarla?

Debo aclarar mi querido amigo, que ni los teólogos ni los sexólogos se ponen de acuerdo al respecto. Hay una amplia variedad de criterios. Por otro lado, la Biblia no menciona específicamente este tema. Algunos consideran que éste fue precisamente el pecado de Onán, mencionado en Génesis 38:8-10, pero en realidad su falta consistió en desistir de darle un heredero a su hermano fallecido o violar la ley del levirato. En realidad, Onán tenía relaciones sexuales con su cuñada que pasó a ser su esposa, pero eyaculaba afuera. Quizá una referencia indirecta del auto placer la podemos encontrar en las palabras de Jesús, relatadas en Mateo 5:28: «Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón». Pienso sin embargo, que Jesús habla aquí del pecado de lascivia o el deseo desordenado al mirar a una persona ajena de manera morbosa. En ese sentido, se refiere al adulterio emocional. Sin embargo, cuando la manipulación de los órganos reproductores o el auto placer va acompañado de pensamientos lujuriosos, entonces este versículo puede aplicarse perfectamente en este tipo de situaciones. En fin, la Biblia no condena directamente el auto placer si éste no va acompañado de pensamientos lujuriosos, pero tampoco lo aprueba porque Dios diseñó el placer sexual para ser compartido entre un hombre y una mujer dentro del marco del matrimonio, no de manera individual. De allí, que muchas personas casadas no satisfacen a su pareja, por estar acostumbradas a autosatisfacerse a sí mismas. En ese sentido, recuerde que la función física de tener un orgasmo individualmente no es pecaminosa en sí misma, pero no haga del auto placer una adicción o una compulsión. Vigile sus pensamientos, controle sus fantasías, controle su mente y su corazón. Haga ejercicio, distráigase sanamente.

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