Hermanos juntos y en armoní­a

Serie: La iglesia como familia espiritual

Familia

¿Conoce usted el verdadero significado de la frase «juntos y en armonía»? Sí, es precisamente el Salmo 133, un pequeño Salmo escrito por David, el que utiliza esta frase. De manera delicada, David compara la unidad entre los hermanos de dos maneras. Comencemos leyendo el versículo 1: «¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!». La familia de Dios, los miembros de la iglesia local, no sólo deben reunirse y estar juntos. Se necesita también la armonía. Usted puede amarrar a dos perros de las colas. En ese caso, estarán juntos, pero no en armonía. Posiblemente se ataquen el uno al otro. La armonía se refiere a estar de acuerdo, confraternizar, mostrar amistad cristiana, caminar en unidad, vivir en paz con los demás. Así es como Dios espera que se relacionen sus hijos o los hermanos en la fe: que le adoren juntos, pero que convivan en armonía. Dicha armonía es comparada por David en el versículo 2, usando un primer símil: «Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras». Cuando Moisés ungió a Aarón como sacerdote, derramó aceite que bajaba por su cabeza, resbaló por su barba y llegó hasta a sus vestiduras. De la misma manera, Dios ungió a Jesucristo, cabeza de la iglesia, con muchas bendiciones que se extienden a su cuerpo o a todos los miembros de la misma. Davíd, usa otra comparación en el versículo 3: «Cómo el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna». El monte Hermón es bañado por Dios con un fresco rocío que fertiliza y fortalece a las plantas, asimismo, la armonía entre los hermanos viene desde arriba, viene de Dios quien fortalece la unidad y comunión de sus hijos.

Recuerde que solamente teniendo armonía o comunión con Dios, podremos tener unidad con los hermanos. La armonía entre hermanos se rompe por conflictos sin sentido, por conductas inmaduras, por celos, por envidias, por competencias. En una palabra por falta de armonía con Dios. Procure guardar la armonía tanto en su iglesia local y como en su vida familiar.

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