Adicción al estado fí­sico perfecto

Serie: Las adicciones, destructores del hogar

Familia

¿Conoce usted personas que están obsesionadas por tener una figura perfecta? Seguramente, porque hoy en día existen muchas individuos acomplejados que sufren de un trastorno de auto percepción equivocada. Se miran una y otra vez al espejo y se decepcionan por la forma de su nariz, de sus caderas, de sus piernas, etc., llegando a la conclusión que sus cuerpos tienen deformidades, al punto que muchos terminan suicidándose. Otros practican deportes o cierta clase de ejercicios físicos de manera extrema, aunque las condiciones climáticas no sean favorables o aún con lesiones musculares. Así como la anorexia es la obsesión por no engordar, la vigorexia es la obsesión por estar musculoso o por tener el cuerpo perfecto. Para lograr la figura ideal, realizan prácticas deportivas como el fisiculturismo en las cuales se invierten varias horas diarias o la cirugía estética, en la cual invierten hasta el dinero que no tienen. De ese modo, le rinden un culto al cuerpo cayendo en un fanatismo metódicamente religioso. Ciertamente debemos ser buenos mayordomos de nuestros cuerpos, pero no llegar a ese punto. Jesús mismo se refirió a su cuerpo como un templo cuando dijo: «Destruid este templo y en tres días lo levantaré». El apóstol Juan interpreta luego esta frase aclarando que Jesús «hablaba del templo de su cuerpo» según indica Juan 2:19-21. Por lo tanto, el cuerpo como lugar de residencia o casa del Espíritu Santo, se convierte en un sitio especial. Por esa razón el creyente debe cuidar su cuerpo, pues éste es el lugar en donde vive el Santo Espíritu.

No caiga en ninguno de los dos extremos: No idolatre su cuerpo, pretendiendo la imagen perfecta. Tampoco haga de menos a su cuerpo. No sea indiferente ni descuidado o descuidada con su figura. Vea su cuerpo como templo de Dios, cuide su salud y su imagen personal, sin caer en la obsesión o en una adicción por el estado físico perfecto. Aliméntese sanamente acostumbrándose a comer todos los días en los mismos horarios, haga ejercicio moderado pues es ideal para conservar una buena salud, déle a su cuerpo el reposo necesario durmiendo un promedio de 7 horas diarias. Conserve la salud física y la salud familiar.

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